El Congreso de Angostura fue instalado el 15 de febrero de 1819 y se
le puede reconocer como el II Congreso Constituyente de Venezuela, ya
que el I Congreso Constituyente se realizó el 02 de marzo de 1811 en la
ciudad de Valencia y el 21 de diciembre del mismo año se promulgó
nuestra primera Carta Magna, la cual se conoció como la “Constitución
Federal para los Estados de Venezuela”.
El Congreso de Angostura se instaló con 26 de los 30 Diputados
electos en representación de las provincias de Caracas, Barcelona,
Cumaná, Barinas, Guayana y Margarita; aunque más tarde se plantea la
posibilidad de incorporar representantes de Mérida, Trujillo y Casanare;
esta última como única parte de la Nueva Granada que se encontraba
libre de la ocupación española. Resultó electo Presidente del Congreso
Francisco Antonio Zea y Diego Bautista Urbaneja como Secretario.
Después de 2 días de deliberaciones, Bolívar se juramenta como
Presidente de la República y Angostura es declarada Capital de la
Provincia de Guayana y de Venezuela. Se aprueba la segunda Carta Magna
que es conocida como la “Constitución Política del Estado de Venezuela”,
y la misma se promulga el 15 de agosto de 1819, quedando así sembrada
en Angostura el Acta del Bautismo Institucional de la República.
Como ya hemos dicho, en la instalación del Congreso de Angostura,
Bolívar pronunció un discurso que evidenció la profundidad de su
pensamiento político, en el cual resalta la necesidad de instaurar un
Gobierno Republicano que propugne e impulse la educación popular como
principio fundamental. Allí está expresa su célebre frase: “Moral y
luces son los polos de una República, moral y luces son nuestras
primeras necesidades.” De la misma manera, destaca el respeto por la
Soberanía Popular, la división de los poderes (inspirado en las tesis de
Charles-Louis de Secondat Barón de Montesquieu), la libertad civil, la
proscripción de la esclavitud, la abolición de la monarquía con sus
privilegios y la instalación de un cuarto poder; el Poder Moral.
El proyecto de Constitución presentado por Bolívar, que
posteriormente fue aprobado, contemplaba la instalación del Poder
Ejecutivo representado por un Presidente Vitalicio, el Poder Legislativo
integrado por un Senado vitalicio y hereditario junto a una cámara de
representantes de elección popular, un Poder judicial con jueces
independientes que solo podían ser removidos por acusaciones formales y
un novedoso Poder Moral inspirado en el Areópago Ateniense que se
encargará de la educación de la infancia, la instrucción gratuita,
garantizar el cumplimiento de las leyes, el reconocimiento a la virtud,
la persecución al vicio y el castigo ejemplar a la corrupción
administrativa.
Sin embargo, el Congreso no valora el contenido integral de la
propuesta que daría contenido institucional a la República y rechaza
muchas de las proposiciones de Bolívar. Aunque se aprueba la
Constitución y el contenido de la Ley Fundamental de la República que le
da soporte a la creación de la República de la Gran Colombia integrada
por 3 Departamentos: Venezuela, Nueva Granada y Quito como reflejo del
pensamiento integracionista del Libertador.
El Discurso del Congreso de Angostura, por su contenido y la esencia
de su planteamiento, constituye un fiel reflejo de la profundidad y
trascendencia del pensamiento bolivariano. Está compuesto de 5.000
palabras cuya corrección y revisión estuvieron a cargo de Manuel Palacio
Fajardo, a solicitud del propio Libertador. Un discurso que le dio
consistencia institucional a la República y demostró la necesidad
histórica de la integración Latinoamericana.
Hoy, cuando nos disponemos a conmemorar 198 años del Congreso de
Angostura resulta insoslayable la necesidad de reivindicar su esencia
político-ideológica; porque allí están plasmadas las raíces del Plan
Estratégico Moral y Luces planteado por el Comandante Hugo Chávez. En su
contenido, retumba la fuerza histriónica de la voz del Libertador
llenando a la Angostura del Orinoco de un irreductible espíritu
libertario.
Delegados al Congreso
Por Caracas asistieron Juan Germán Roscio, Luis Tomás Peraza, José
España, Onofre Basalo y Francisco Antonio Zea. Por Barcelona, Francisco
Parejo, Eduardo Hurtado, Diego Bautista Urbaneja, Ramón García Cádiz y
Diego Antonio Alcalá. Por Cumaná, Santiago Mariño, Tomás Montilla, Juan
Martínez y Diego Ballenilla. Por Barinas Ramón Ignacio Méndez, Miguel
Guerrero, Rafael Urdaneta y Antonio María Briceño. Por Guayana, Eusebio
Afanador, Juan Vicente Cardozo, Fernando Peñalver y Pedro León Torres.
Por Margarita, Gaspar Marcano, Manuel Palacio Fajardo, Domingo Alzuru y
José de Jesús Guevara. Posteriormente se incorporaron otros diputados,
por Casanare, José Ignacio Muñoz, José María Vergara y Vicente Uribe;
Francisco Antonio Zea pasó a figurar en el cuadro de esa diputación y
Manuel Cedeño se incorporó luego como diputado por la provincia de
Guayana. La directiva del cuerpo quedó constituida de la siguiente
manera: Presidente, Francisco Antonio Zea y Secretario, Diego Bautista
Urbaneja.