La escalada imperialista contra Venezuela pretende abrir frentes de
conflictos diplomáticos, con la intención de generar confrontaciones
directas con Colombia y la República Cooperativa de Guyana; es la ya
denunciada "Operación Tenaza", que es parte del guión golpista para
destruir la Revolución Bolivariana.
Ante esta amenaza, el Gobierno Bolivariano y el Alto Mando Político
Militar de la Revolución, han mantenido una postura en defensa de la paz
nacional y hemisférica. Así lo demuestran los esfuerzos de nuestra
diplomacia bolivariana, sustentada en el concepto del Comandante Eterno
Hugo Chávez, de un mundo pluripolar y multicéntrico, que han logrado
revertir los vientos de guerra, aupados desde el Norte, al propiciar el
diálogo directo y transparente con los presidentes de Colombia y Guyana.
Los resultados de los encuentros Maduro-Santos y Maduro-Granger,
llevados a cabo a solicitud de Venezuela, que han devenido en el retorno
de los embajadores y en la apertura de una agenda para la resolución
por la vía del diálogo de las diferencias entre los gobiernos,
constituyen la prueba más fehaciente del carácter pacífico y democrático
de nuestra Revolución Bolivariana.
La gran mayoría de las venezolanas y los venezolanos, desde hace 16
años, con el Comandante Eterno Hugo Chávez a la cabeza, demostramos lo
que queremos como pueblo: construir nuestra Revolución en Paz.
Al escenario de la guerra no queremos llegar jamás. Pero que no se
equivoque el imperialismo norteamericano, porque si se les ocurriera
invadirnos militarmente, nos encontrará rodilla en tierra defendiendo el
suelo sagrado de la Patria y las conquistas de nuestro Socialismo
Bolivariano. En esta nueva época, no podrían con este pueblo, que tiene
en sus venas sangre de guerreros y guerreras, de libertadores y
libertadoras; un pueblo dispuesto a hacer lo que sea necesario para
seguir defendiendo nuestro derecho a la paz.
Por ello, insistimos en nuestro llamado a quienes nos adversan, pero
tampoco quieren la destrucción del país, a seguir rechazando las
actitudes apátridas de los que de manera irresponsable, sólo por
oponerse al presidente obrero Nicolás Maduro, se colocan del lado de los
agresores, pensando que con una guerra entre hermanos se acabaría el
chavismo. Debemos recordarles que ellos mismos sufrirían las dramáticas
consecuencias, el horror, la muerte, en un hecho de esa naturaleza. Las
bombas, los misiles, no distinguen quiénes son chavistas y quiénes no.
Todos y todas sufriríamos los terribles efectos de una guerra; y es por
eso que la inmensa mayoría del pueblo consciente, chavista y no
chavista, está en contra de las pretensiones belicistas del imperio y
sus aliados.
Mientras el Gobierno Bolivariano continúa en la ofensiva para mantener
la paz, superar los problemas, derrotar la guerra económica y llevarle
bienestar al pueblo, realizando notables esfuerzos pese a la baja de los
precios del petróleo, continúa el boicot de parte del empresariado
nacional, de la burguesía importadora, que se empeña en alterar los
precios justos que fijan nuestras leyes. Porque debemos estar claros
compatriotas, la escasez, el acaparamiento, la inflación inducida, sólo
buscan desestabilizar la nación.
Sólo en paz podemos alcanzar la optimización de nuestro aparato
productivo, sólo en paz podemos superar las dificultades económicas que
hoy tenemos, y avanzar hacia nuestro desarrollo como país, como potencia
suramericana. Y el único camino para poder seguir en paz, como nos legó
nuestro líder eterno, es el Socialismo.
Apoyamos la valiente intervención del presidente obrero Nicolás Maduro
en la jornada de trabajo de esta 71 Asamblea de las Naciones Unidas,
donde recordó a los líderes del mundo, que para alcanzar la paz y el
desarrollo, debemos superar la desigualdad engendrada por el capitalismo
y por tanto, si queremos hacer de la tierra nuestro hogar común, la
Humanidad debe plantearse un nuevo modelo económico y social, y de
relaciones de poder en equilibrio, para los próximos tres lustros.
Escuchando a su hijo, el presidente obrero Nicolás Maduro, es imposible,
no recordar al Comandante Eterno Hugo Chávez Frías, un 20 de
septiembre, hace 9 años, en el mismo escenario, en Nueva York, cuando se
atrevió a decir desde el corazón financiero del capitalismo salvaje y
atroz, que olía a azufre y que el presidente gringo era el diablo.
Si la Organización de Naciones Unidas (ONU), no realiza verdaderas
acciones concretas para que las potencias que causan las guerras y la
explotación en el mundo cesen en su posición belicista, no habrá
verdaderamente paz en el planeta. Los gobiernos y pueblos del mundo
debemos continuar trabajando incansablemente por lograr ese propósito.
El Comandante Chávez, con su pensamiento universal y visionario,
denunció ante la opinión pública internacional la necesidad de un cambio
en la correlación de fuerzas en el ámbito mundial. Que hoy en día se
esté cuestionado el rol de la ONU en el reordenamiento del sistema
mundo, es un logro y una necesidad, que hace casi una década, sólo el
Comandante Chávez se atrevió con coraje y valentía a demandar.
Todo el apoyo al presidente obrero Nicolás Maduro, hijo de Chávez, a
cerrar filas con él, todas y todos; ahora más que nunca, lealtad
absoluta al legado de Chávez.
Respaldar a Maduro es respaldar la paz, porque el Alto Mando Político
Militar de la Revolución Bolivariana, está trabajando para y por la paz.
El legado de Chávez, es el Socialismo Bolivariano, es la paz permanente
y duradera para la felicidad del pueblo, y el futuro de las
generaciones.
Junto a nuestro presidente obrero Nicolás Maduro, al frente del Gobierno
Bolivariano; con Bolívar y Chávez, líderes morales, espirituales e
ideológicos de la Revolución Bolivariana, haremos posible el sueño de
una Patria Justa, Socialista, Igualitaria, Próspera y en Paz.
¡Viva Chávez!
¡Viva Maduro¡
¡Viva la Revolución Bolivariana¡
¡Viva la Paz¡