miércoles, 14 de octubre de 2015

Los Yukpa: un pueblo que resiste Por: Noelis Moreno Peña


La tierra ha sido valorada por su productividad en todo el mundo; tempranamente, en varios países europeos representó un medio de autosubsistencia y una forma de obtener trabajo ante las diferentes dinámicas económicas, políticas y sociales de los períodos históricos, además de ser una forma de legitimar todo un sistema que fue sentando las bases del capitalismo moderno.

Esta concepción y valorización de la tierra no solo estuvo presente en Europa, Asia y África; también estuvo en la mayor parte de los territorios americanos, pero, a diferencia de otros continentes, la tenencia de la tierra en el caso americano, antes del siglo XV, no solo estuvo ligada a la productividad- poder que representaban las tierras, sino que fueron valoradas por los pueblos originarios como espacios comunales bajo una cosmovisión totalmente diferente de  la que se fue imponiendo desde la llegada de los europeos al continente a finales del siglo XV. Es por esta razón, que la valorización de las tierras por los diferentes grupos indígenas americanos ha sido un punto de conflicto entre los intereses de estas comunidades y los de aquellos que históricamente han intentado apropiarse de sus tierras.

América se ha caracterizado por el desarrollo de una serie de luchas sociales y económicas protagonizadas por campesinos e indígenas; luchas que han sido impulsadas por la tenencia de la tierra o la propiedad, especialmente después de la llegada de los europeos al continente a finales del siglo XV, cuando estos últimos fueron desplazando de sus territorios y aniquilando a la mayor parte de las comunidades indígenas; directamente, a través del exterminio violento de las comunidades indígenas; e indirectamente, mediante el proceso de transculturación que implicaba un cambio radical en esas comunidades al tener que adoptar un sistema cultural, político, social y económico diferente. Los yukpa y su lucha contra los invasores.

Una de las comunidades indígenas que han mantenido una constante lucha por sus tierras son los yukpa, quienes antes de la llegada de los españoles a sus territorios vivían en las sabanas de Perijá, en las cuencas de los ríos Palmar, Apún y en el valle de Upar. Para ellos, existían varios tipos de tierras que podían trabajar para mantener una serie de cultivos, entre ellas están: NónoKuracask (tierra negra), Tayiku (arcilla roja), Sárare (tierra arenosa), Pirápiraca (tierra negra muy rica). A pesar de no haber tenido contacto con los colonizadores, en ese momento tuvieron una serie de enfrentamientos con otra comunidad indígena (los barí), que secuestraba a sus mujeres y niños, además de competir por las tierras; fue así hasta 1950 cuando alcanzaron una pacificación.

Durante el siglo XVI, los yukpa tuvieron sus primeros enfrentamientos violentos con los invasores españoles, quienes llegaron a sus territorios luego de varias expediciones en las cercanías de la sierra de Perijá; la más conocida y violenta fue en el valle de Upar aproximadamente en 1530, que marcó el inicio de un proceso de incorporación al sistema de encomiendas y,en especial, de la pérdida y saqueo de gran parte de las tierras yukpa. Así se inició el adentramiento progresivo de los yukpa en las profundidades de la Sierra de Perijá para alejarse de los invasores y asegurar su supervivencia.

Esta dinámica se mantuvo hasta finales del siglo XVII, cuando intervinieron los monjes capuchinos con laintroducción de misiones religiosas tanto en los Llanos occidentales como en Maracaibo, entre los años de 1694 y 1750; desde entonces, se inició una nueva etapa en la lucha de los yukpa, debido a que las misiones capuchinas mostraban un mayor interés en acabar con los abusos cometidos por los colonos al usurpar sus tierras y explotar a los yukpa, aunque en realidad representaban una orden religiosa que promovía el desarrollo de un proceso de transculturación. Es importante destacar que antes de la intervención de los monjes capuchinos en el mundo de los yukpa, este grupo era conocido entre los colonos como los motilones mansos.

El caos de la Venezuela Republicana
A pesar de la intervención de los monjes capuchinos, la Venezuela republicana fue problemática paraesta comunidad, debido a que se comenzaron a desarrollar un conjunto de leyes que no favorecían sus intereses y que por el contrario, hacían más factible la usurpación de sus tierras, hecho que se incrementó con la expulsión de los capuchinos en 1821 durante la Guerra de Independencia. Con el alejamiento de los capuchinos y el desarrollo de un mayor contacto con los criollos, la violencia se mantuvo, en especial por “Wátias” (criollos), quienes se apropiaron de  sus tierras para levantar hatos y haciendas, situación que agudizó los encuentros violentos con los barí por las pocas tierras que conservaban, aspecto que fue motivo de disputa por el aseguramiento de su existencia.

Las luchas indígenas de mediados del siglo XIX se caracterizaron por la búsqueda de una legalidad bajo una concepción paternalista del Estado sobre los supuestos derechosy deberes que estas comunidades tenían; ante el caos reinante por los encuentros violentos se hizo necesaria la reincorporación de las misiones capuchinas en el territorio, además del desarrollo de una serie de leyes que iban desde la reducción, “civilización” y resguardo de los indígenas, hasta los contratos entre el gobierno y los misioneros para poder mantener un control sobre estos pueblos activos. Sin embargo, entrando el siglo XX la lucha tuvo un giro de ciento ochenta grados.

Un nuevo enemigo: la explotación petrolera
El siglo XX fue un total reto para los yukpa, especialmente porque se encontraron sumergidos en una nueva dinámica política, económica y social caracterizada por la explotación del petróleo y el predominio de empresas mineras en las cercanías de la sierra de Perijá.

Estas empresas y nuevas políticas del Estado favorecieron la exploración- explotación de los territorios de la cordillera, lo que implicó la pérdida absoluta de las tierras originarias de los distintos grupos yukpa, iniciando así una nueva etapa en el genocidio en el que participaron activamente los diferentes hacendados. En un primer momento, se buscó “civilizarlos” para incorporarlos al nuevo sistema y así poder desarrollar la explotación de los recursos sin complicaciones ni resistencias, situación que favorecería a grandes compañías como California PetroleumExplorationCompany, Richmond ExplorationCompany y la Venezuela OilCompany, entre otras. Otra forma de genocidio indirecto fue la contaminación generada por el desarrollo de estas actividades, debido a que los pocos recursos naturales que tenían los yukpa para su supervivencia (aguas y tierras) fueron contaminados y deteriorados, generando así una serie de enfermedades que acabaron con gran parte de la población. Más allá del grave problema con las grandes empresas mineras y petroleras, los yukpa han tenido una constante lucha con los criollos, quienes luego de tomar sus tierras originarias continuaron desplazándolos, incluso en el corriente siglo XXI, mediante la conformación de grupos de hacendados-ganaderos que han negado todos los derechos de los yukpa sobre los territorios que les fueron arrebatados.

Uno de los sucesos que han demostrado la situación en la que se encontraban estos indígenas a finales del siglo XX fue la conocida masacre de Kasmera, la cual generó que los yukpa continuaran con más fuerza su resistencia a través de un cambio de estrategia que se basaba en la ocupación de las haciendas que consideran parte de sus tierras; es decir, dejaron de retroceder y adentrarse en la sierra para comenzar a ocupar sus tierras ancestrales nuevamente.

El principal problema del siglo XXI ha sido el desarrollo de sicariatos y la expulsión de los yukpa con el uso de armas de tecnología cada vez más avanzadas, a pesar de la política desarrollada durante el gobierno de Hugo Chávez, quien promovió la creación de una serie de leyes para beneficio de todas las comunidades indígenas habitantes del territorio, además de intentar de demarcar las tierras de los yukpa en el año 2009 con la entrega de títulos de propiedad.

Como consecuencia de esta ola de violencia, han fallecido varios líderes indígenas de este grupo; Arístides Maikishi, Alexander Fernández, José Luis Fernández, Leonel Romero y Sabino Romero, entre otros. Este último fue uno de los más conocidos ya que era un cacique perteneciente ala comunidad de Chaktapa y siempre estuvo involucrado en las luchas por los derechos indígenas. Este líder, asesinado el 3 de marzo de 2013, se ha convertido en un símbolo de las luchas por los derechos indígenas ya que su vida estuvo directamente vinculada al sueño de recuperar las tierras para su pueblo.